(Josep M.Blanquet, SF) Acaba de publicarse una nueva historia del Instituto de los Hijos de la Sagrada Familia, cuya obra está pensada en tres volúmenes, que se corresponden a las tres etapas principales de dicha historia. Estas son: la fundacional (1864-1901), que coincide con la vida y presencia del Fundador, san José Manyanet (1833-1901); la testimonial (1902-1981), que comprende el gobierno de los superiores generales que habían conocido y tratado personalmente al Fundador o bien convivieron con estos testimonios; y la documental, desde esta última fecha hasta nuestros días, que recoge la historia moderna del Instituto, a través de los superiores generales, todavía con vida, que han bebido en las fuentes del Fundador a través de los documentos y de la tradición.
Ha sido una labor ardua, pero fascinante, el constatar cómo Dios y la Sagrada Familia van escribiendo esta historia sirviéndose de personas muy distintas, pero con una convicción y una mirada clara y respetuosa sobre el legado sagrado heredado.

Ha aparecido, pues, el primer volumen correspondiente a la etapa fundacional, que abarca desde el año 1864, fecha de la fundación del Instituto, hasta 1901, año de la muerte del Fundador, con el título San José Manyanet y los Hijos de la Sagrada Familia. Etapa fundacional I (Barcelona, Extensió Gràfica, S. L., 2025, 512 p.). Como es natural, el primer capítulo describe el contexto político, social y eclesial del siglo xix español, y el segundo (1833- 1865), en una apretada síntesis, el nacimiento, las etapas de formación, la ordenación sacerdotal y primeras actividades apostólicas del sacerdote José Manyanet en la curia diocesana de Urgell y en la parroquia de la Virgen de Valldeflors, el convento de Religiosas de la M. Antonia París y el Hospital de Pobres de Tremp.
En los capítulos II al XI se relata el origen histórico del Instituto, su perfil carismático y primeros colaboradores en la apertura del colegio San José, cuna de la nueva comunidad, la consagración religiosa del fundador y compañeros, la primera expansión en Barcelona, el origen del Instituto femenino de Hijas de la Sagrada Familia y la aprobación diocesana de ambos Institutos; la fundación de la Casa madre y colegio Jesús, María y José en Sant Andreu de Palomar (Barcelona), la pedagogía de José Manyanet que formula con esta bella expresión: «fomentar la cultura del corazón y del entendimiento de los niños y jóvenes» y su aplicación en diversos centros de ciudades y pueblos de Catalunya; el expediente de la aprobación canónica ante la Santa Sede y el reconocimiento civil ante el Gobierno de Madrid.
Merecen atención particular la dura prueba de la enfermedad que sufrió y las peregrinaciones a Lourdes, Roma y Loreto, el sentido de la expresión «obra del milagro», la apertura de las Escuelas-Talleres de la Sagrada Familia, la dimensión social de la obra, la propagación de la devoción a la Sagrada Familia y la función de la revista La Sagrada Familia, la formación de los religiosos, los maestros espirituales de José Manyanet, sus escritos, etc.
El penúltimo capítulo, el XIV, está dedicado a la vinculación de san José Manyanet con el Templo expiatorio de la Sagrada Familia, y el último, el XV, comenta las «tres alegrías postreras» que el Señor le concedió antes de morir y la cronología detallada de su última enfermedad, muerte y sepultura en 1901 con el comentario unánime sobre su fama de santidad. En resumen, queda más que justificado el título de esta recensión.
