Hasta el corazón y más allá

El lema de las escuelas para el curso 2025/2026 que acabamos de iniciar es «Hasta el corazón… y más allá». Se trata de una invitación clara a acercarnos a las personas «desde el corazón», no solo desde las ideas o los pensamientos y a ir incluso «más allá», porque el «lenguaje del corazón», de los afectos, va siempre más allá de lo estrictamente razonable o del mero cumplimiento de las «obligaciones».

Llegar «hasta el corazón» implica acercarse «a la tierra sagrada» de la intimidad, conectar con las emociones, los sentimientos y esto pide siempre «delicadeza». Se trata de valorar las pequeñas cosas de cada día, de encontrar en ellas sentido de lo que hacemos, aunque parezca insignificante. Y es que la verdadera comprensión no se logra solo a través de los ojos físicos, sino a través de nuestra capacidad de amar, de sentir, de sufrir, de acompañar… Por otro lado, ocurre que lo más valioso en nuestra vida no siempre es visible a simple vista. Y no se trata de lo que externamente podemos ver y observar, sino de lo que se siente, se experimenta, «se vive» a nivel más profundo, íntimo, personal.

En la escuela son muchos los campos de aprendizaje y de acción que se abren y diversas las metodologías que se utilizan para conseguir los resultados acordes a los objetivos programados, pero nunca hay que olvidar que lo importante es enfocarse siempre en lo esencial, en la persona y valorar y acompañar, sin prejuicios, los «procesos interiores», «lo que ocurre en el corazón» y a simple vista se nos «escapa». Esto implica descubrir el valor de las pequeñas cosas, de los gestos sinceros y emociones genuinas y auténticas a las que solo se puede llegar con «la mirada del corazón». No podemos olvidar que el vínculo o los vínculos más auténticos nacen de la experiencia primordial de «amar y ser amado».

Bien podemos recordar las palabras siempre actuales y claras de Antoine de Saint-Exupéry en «El Principito»: «solo con el corazón se puede ver bien», solo en «lo interior» encontramos la verdadera esencia de las personas y de las cosas. En la sociedad actual y, de esta manera participar en el ámbito familiar y educativo, es necesario partir siempre de esta convicción y recuperar, en todas las relaciones, una mirada profunda, «al corazón», más allá de lo meramente superficial. «Hasta el corazón y más allá», desde el corazón, superando una visión superficial para conectar con los sentimientos profundos y establecer una relación empática, abierta, que pone en valor las cosas pequeñas pero importantes de la vida y del día a día, tanto en la escuela como en la familia. Feliz curso 2025-2026.

Más artículos

XXIII Capítulo General de las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret

Tras la celebración del XIII Capítulo general en Barcelona, las Misioneras Hijas de la Sagrada…

Magín Morera, un hijo fiel de la Sagrada Familia

Después del capítulo general de 1981, el venerable Magín Morera se quedó en el seminario…

Fe que edifica, arte que eleva, Manyanet y Gaudí, curso 2025-26

Sin dejar el jubileo, nos adentramos en un nuevo curso que comienza con una luz…