Tras la celebración del XIII Capítulo general en el Casal Nazaret de Aiguafreda (Barcelona), las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, fundadas por san José Manyanet, han elegido, el 21 de agosto, el Consejo General que guiará la Congregación durante el próximo sexenio 2025-2030, formado por las religiosas MM. Desirée Morillo (consejera general), Mónica Horch (ecónoma general), Nuria Miró (secretaria general), Mª del Mar Sánchez (superiora general), Montserrat del Pozo (vicaria general), Mª Ángeles Melero (consejera general) y Cristina López (consejera general).

 

El Santo Padre les recordó durante la audiencia en el Vaticano, el 23 de agosto de 2025: «Sus fundaciones tienen orígenes diferentes, vinculados a la vida de hombres y mujeres de Dios que, con valentía, han respondido “sí” a la llamada: José Manyanet, María Encarnación Colomina (…). A todos ellos, el Espíritu Santo les ha dado dones particulares para el bien común… Sin embargo, hay un rasgo que muchas de ustedes comparten: el deseo de vivir y transmitir a los hermanos los valores de la Sagrada Familia de Nazaret, hogar de oración, forja de amor y modelo de santidad, y sobre esto quisiera detenerme un momento (…).

 

También hoy es muy necesario todo esto. La familia, en nuestros días, precisa más que nunca ser ayudada, promovida y animada; con la oración, con el ejemplo y con una acción social diligente, dispuesta a socorrerla en sus necesidades. En este sentido, el testimonio carismático y el trabajo que ustedes realizan como consagradas, pueden hacer mucho.

 

Por eso, las invito a reflexionar sobre aquello que sus institutos han hecho, a lo largo del tiempo, en favor de tantas familias —niños y niñas, madres y padres, ancianos y jóvenes—, y también a renovar su compromiso para que, como dice la liturgia, en nuestras casas, “siguiendo los ejemplos de la Sagrada Familia”, florezcan “las virtudes domésticas y se mantenga vivo el amor” (cf. Misal Romano, Misa por la familia). Continúen las obras que les han sido confiadas “siendo familia” y estando cerca de las personas que asisten, con la oración, la escucha, el consejo y la ayuda, para cultivar y difundir, en las diferentes realidades en las que se desempeñan, el espíritu de la casa de Nazaret.»

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