Iniciamos un nuevo curso escolar 2024-2025 lleno de ilusión y de esperanza. Todos los que formamos parte de la vida de las escuelas y parroquias nos sentimos responsables de sembrar, cuidar y cultivar el espíritu de comunión en nuestras comunidades educativas y parroquiales; cada uno según su responsabilidad, en una dinámica de relaciones basada en el respeto, la confianza mutua, el «sello familia» tradicional de nuestra identidad, que genera un ambiente de trabajo y vida acogedor y positivo para todos los que la integramos.
En un ambiente en el que «se respiran» valores nazarenos-familiares es posible transmitir, con el testimonio, en primer lugar, todo aquello que caracteriza y define a nuestra comunidad educativa. Y no es, desde luego, la «perfección», porque no somos «perfectos», sino la voluntad de caminar juntos hacia la plenitud de nuestro ser personal. Y esto afecta a todos los aspectos de la vida de cada uno de los miembros de la comunidad, particularmente los alumnos que constituyen el «centro» de la misma. Ellos han de seguir creciendo en un clima de cuidado, cercanía y libertad responsable, sintiéndose de verdad acogidos, respetados, queridos, tratados siempre amablemente… por toda la comunidad que los acompaña y ayuda en su crecimiento personal; siempre, no podemos olvidarlo, con la participación de la familia.
El lema que acompañará la acción educativa y pastoral del presente curso será: «Con todo – Amb tot. Contigo – Amb tu». «Con todo» aquello que somos y tenemos. El corazón («educar es siempre un acto de amor»), la inteligencia (siempre necesitamos discernir los caminos más adecuados para caminar hacia la «perfección» de nuestro ser personal) y la voluntad (para mantener y avanzar en los compromisos adquiridos de acuerdo con nuestras capacidades). «Contigo» para caminar juntos: a tu lado para acompañarte, dialogar, compartir, enseñar; detrás de ti cuando necesites un «empujoncito» y una presencia real, pero «discreta»; delante para mostrarte el camino, darte ánimos y mantener tu espíritu despierto y luchador.
Y todo, «en clave de familia», conviviendo y compartiendo desde la diversidad que enriquece, caminando juntos «por el buen camino». Para construir, desde la familia y la escuela, un mundo mejor, más humano, más solidario y justo, fundado en relaciones que respeten y promuevan la propia dignidad, sin muros ni divisiones… desde la acogida y la escucha, el diálogo y la confianza, el cuidado y el buen trato, la integración y la promoción integral… para ti, para mí, para todos. Feliz curso 2024-2025.
