El mes de san José Manyanet es propiamente el de diciembre, como se decía en el número anterior. Y así
lo pusieron de manifiesto en varias parroquias y entidades. A ellas queremos referirnos en este número,
que no deja de ser también muy especial para el Santo, pues en él recibió el sacramento del bautismo el mismo día de su nacimiento, 7 de enero.
La Hoja parroquial de la parroquia de Sant Ambròs, de Barcelona, dedicó la segunda página a san José Manyanet, poniendo de relieve una de sus más peculiares virtudes: el servicio. Considera actos de servicio los siguientes:
1. La fundación de los dos Institutos religiosos de Hijos e Hijas de la Sagrada Familia «para honrar a la
Sagrada Familia de Nazaret y procurar la formación cristiana de la familia, principalmente mediante la educación de la niñez y juventud y el ministerio sacerdotal ».
2. «Para presentar al mundo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, escribió varias obras y opúsculos, fundó la revista La Sagrada Familia y promovió la construcción del Templo expiatorio de la Sagrada Familia, obra del arquitecto Antonio Gaudí, destinado a perpetuar las virtudes y ejemplos de la Familia de Nazaret y ser el hogar de las familias de todo el mundo».
3. Su gran aspiración era que «todas las familias imiten y bendigan a la Sagrada Familia de Nazaret»;
su empeño apostólico, «Hacer de cada hogar un Nazaret».
Estos tres puntos son como un breve comentario a lo que escribió el Santo en 1882, dirigiéndose a sus hijos e hijas espirituales: «Todos los que, con la gracia del Señor han sido llamados a esta Congregación, tengan siempre presente y procuren recordar que, a ejemplo de Jesús, María y José, no han venido a ser servidos, sino a servir y a entregar su vida por todos».
La segunda biografía, publicada en el Diccionario de gente de Sant Andreu de Palomar, sin especificar la virtud del servicio, la incluye también en su comentario.
4. Fue servicio del Santo no solo la construcción del Templo expiatorio, sino su dedicación a la Sagrada Familia de Nazaret.
5. Siendo la página de Sant Andreu, pone de relieve el servicio de los dos colegios existentes todavía
hoy: el colegio Jesús, María y José, de Sant Andreu, para niños, del Instituto masculino, y el colegio
Nuestra Señora de los Ángeles, para niñas, de la Sagrera, del Instituto femenino.
6. Precisamente antes de la fundación del colegio masculino, el padre Manyanet con algunos compañeros
predicó una misión cuaresmal en la parroquia que, según informó el Boletín Oficial de la diócesis,
dio abundante fruto. La misión —un verdadero servicio— no se cerró propiamente porque iba
a continuar con la apertura de las aulas de ambos colegios. San José Manyanet sigue prestando estos servicios a la Iglesia y a la sociedad, concretamente a los niños, niñas y jóvenes y a las familias. Es la misión que recibió de Dios y a la que se consagró con todas sus energías físicas, intelectuales, espirituales y morales.